20 Apr
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Si nos disponemos a hablar de bolígrafos y plumas de alta calidad y con una tradición y auge en el mercado inigualable, tenemos que empezar a hablar de los bolígrafos Parker. Actualmente sus materiales, formatos y posibilidades de personalización los hacen ser bolígrafos y plumas con unas características impresionante y novedosas, a pesar de ser plumas tradicionales. A los grandes amantes de este tipo de bolígrafos y plumas también nos gusta echar la vista al pasado y rebuscar en los archivos de la historia para conocer más a fondo el origen de lo que hoy se consideran grandes instituciones y marcas mundiales en cuanto a bolígrafos.

Al igual puede ocurrir con los bolígrafos Bic y su cronología de la comercialización de los bolígrafos. Estos bolígrafos también cuentan con grandes curiosidades muy llamativas, como el porqué de ese agujero en el extremo superior de la tapa.

Las históricas plumas Parker, han llegado a nuestros días convertidas en objeto de veneración por muchos, y de coleccionista por muchos otros. Estas plumas cuentan con una dilatada experiencia acompañando a grandes amantes de la escritura, a lo largo de toda su vida.

La historia de Parker empieza hace muchos años. Parker contaba con su propio centro situado en Iowa. Era llamado Arrow Park y allí trabajaban decenas de expertos. Se desarrollaban ideas en la composición de las tintas que exigían la presencia de químicos expertos. También se demandaban maestros metalúrgicos para desarrollar las formas de las plumas. 

Tan importante son estos bolígrafos que hasta un doctor en Física llamado Tom Chung estuvo ayudando a mejorar el flujo y desempeño de las bolas de carburo de tungsteno de los bolígrafos. Cientos de patentes salieron de ese centro de investigación. Por ello hay que reconocer que , detrás de cualquier producto, hay horas y horas de esfuerzo y dedicación. Nada surge por generación espontánea o por ideas instantáneas.

Uno de sus bolígrafos estrella fue creado en 1954, cuando se dio a conocer el bolígrafo Parker Jotter, que se sigue vendiendo hoy día. Su ventaja respecto a otros competidores era que escribía cinco veces más gracias a que su cartucho de tinta llevaba una cantidad mayor. Además, su punta (de acero) no manchaba.

En aquellos tiempos Parker no se apresuró. La invención del bolígrafo era reciente y aún no se sabía qué proyección iba a tener (impresionante, podemos decir a toro pasado). Pero como las ventas del Parker Jotter iban muy bien, se atrevió a sacar al mercado modelos más caros. 

Es legendario el bolígrafo T-Ball Jotter, que ya tenía su versión en pluma estilográfica (de Parker). Y aquí comenzaron a bajar los precios.

Parker es un objeto de deseo, y como tal es normal que lo hayamos visto en grandes acontecimientos, usados por personas políticamente muy relevantes (la reina Isabel de Inglaterra, el presidente de Estados Unidos Ronald Reagan, Margaret Thatcher, George Bush), o que hayan aparecido en numerosas películas y series de televisión.

Parker es una marca que, de manera muy inteligente, ha sabido conquistar al público ofreciendo todo tipo de productos (plumas fuente, rollers, bolígrafos, portaminas, tinta) de diversos precios. Es cierto que tiene útiles de escritura de lujo, pero también para el día a día que, aun siendo de calidad, cuestan poco dinero.

Si bien un bolígrafo Parker de lujo como el Premier puede llegar a costar bastante dinero, la pluma Parker 51 ha pasado a la historia de la estilográfica como una pluma icónica y de gran calidad. La pluma se agarra como un guante, escribe muy bien y tiene una gran virtud.

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